En este largo caminar, muchas han hecho posible y realizaron con su vida esta salvación de Dios.
Jesús de Nazaret, su historia, sus seguidores, sus acciones, sus palabras, sus gestos son manifestación de la salvación de Dios.
Jesús con su vida y sus palabras se convierte para los hombres en sacramento de la salvación de Dios.
3º) ¿Hacia quien van dirigidos especialmente las palabras y los milagros de Jesús? Las palabras y los milagros de Jesús van dirigidas para todos los hombres.
4º) ¿Cómo podemos los cristianos hacernos también nosotros signos de la salvación de Dios, aquí, en medio del mundo? Todo cristiano puede ser para los demás un sacramento de salvación cuando elige los valores propuestos por Jesús, cuando celebra la eucaristía y la reconciliación y cuando se compromete con toda la comunidad a favor de los que mas lo necesitan.
De esta forma los cristianos se van convirtiendo en signos de Jesús y de la Iglesia.